Mientras tanto en Milán, Rebeka llegó a la oficina de gerencia general. Mientras estuvo con Richard pensó en dar una excusa a Justin para no almorzar con él, pero Justin vio cuando Richard se iba, después de haberse dado un baño en la piscina y tomado fotografías para sus redes sociales, la secretaria de gerencia Fiorela no estaba y dentro de la oficina del gerente se escuchaban una discusión entre Justin y una mujer, Rebeka dio media vuelta para irse y la puerta fue abierta bruscamente.
—Bien, pero te arrepentirás de esto —gritó la mujer indignada a Justin que no era otra sino Rossana, la gerente del gimnasio después de Diego.
—Princesa, regresaste a tu reino acaparando a todos los hombres nuevamente —espetó Rossana de forma irónica.
—Callate Rossana si no quieres ser despedida —acusó Justin.
—Pues renuncio, no esperaré a que se den el gusto de echarme.
—Pues bueno, pasa ya mismo por recursos humanos a retirar tu cheque.
Rossana miró a Justin con ira y después a