Viviana entro a la oficina y encontró A Eduardo de espalda a la puerta mirando a travez del ventanal.
- Eduardo.- le llamo.
Esa voz le hizo virar de inmediato y vio a su bella Viviana y su corazón se encogió de mas dolor y culpa
Ella noto que tenia los ojos llenos de lagrimas y fue hasta el y lo abrazo.
Eduardo no podía creerlo y al principio no se atrevió a corresponder a ese abrazo hasta que finalmente lo hizo.
- Deberías no estar aquí, soy el mas grande los imbéciles, te lastime tanto, dude de ti- inquirió con culpa.
Viviana le tomo el rostro entre sus man