39. SACRIFICIO
La mención del Desuellamentes, una figura misteriosa y poderosa, evoca un sentimiento de temor en el Alfa. Sabe que sus acciones tienen consecuencias y que enfrentar las demandas de una entidad tan implacable no será fácil. Se siente atrapado entre el deseo de obtener el poder de los Arcontes mayores y la necesidad de cumplir lo pactado. El silencio se extiende entre el Alfa y su beta, ambos inmersos en sus propios pensamientos, buscando respuestas y estrategias para enfrentar los desafíos que les aguardan.
—Podemos decir que esa luz dorada que apareció y desapareció ante nuestros hombres también afectó a la señorita Luna. Cambiar su apariencia podría ser nuestra mejor oportunidad para engañarlo —comenta el beta, sugiriendo una estrategia.
—Es posible. No sabemos con certeza si el Alfa Maldito y su hermano realmente pueden convertirse en Arcontes —responde el Alfa con incertidumbre—. Es lo que el Desuellamentes afirma, pero todo esto ocurrió hace mucho tiempo, cuando la antigua Luna