ELARA

A pesar de su regaño, Lucas no se queda con nosotros. Le lanza una mirada severa a Ryden antes de guiñarme un ojo juguetón y salir, cerrando la puerta tras él.

—Espera, regresa —grito, pero solo se ríe desde el otro lado.

—Estás sola, Ellie —canturrea. Vaya ayuda.

—¿Intentas escapar de mí, pequeña? —Ryden casi ronronea bajo mi oído. Un escalofrío sube por mi espalda ante sus palabras, y su aliento cálido en mi cuello hace que cosquilleos se extiendan por todo mi cuerpo.

Baja la cabeza y roza su nariz a lo largo de mi cuello, inhalando mi olor de nuevo. Mi corazón late más fuerte que nunca. Esta vez no estamos en medio del bosque donde todos pueden vernos. Estamos solos, detrás de una puerta cerrada.

Su brazo se ciñe alrededor de mi cintura, moldeando mi cuerpo al suyo. El calor de su pecho se filtra en mi espalda, amenazando con consumirme. Se hace más difícil pensar. Tiemblo, sin saber qué hará a continuación.

Ryden se aparta y me gira suavemente, sus ojos buscando los mí