Me correspondió.
Me besó y se aferró a mí cuello con fuerza, sus ojos cerrados y su respiración comenzando a agitarse me dio a entender que quería más, así que despacio lo guié a su cama y lo recosté con cuidado, luego le quite el vestido y las medias, donde se apretujaba dolorosamente su erección.
- ¿Puedo? - pedí permiso para terminar de desnudarlo, Ariel se tapo la carita lleno de pena y asintió, entonces liberé su pene. Era bonito, me gustaba y se me antojo probarlo en ese momento, y no me quedé con las ganas porque di una chupada
- Mmmgh
Esta era mi primera experiencia sexual y jamás me atravesó por la men