Amelia escuchó la voz de Ryan y luchó sin éxito por abrir los ojos. Debía de haberse quedado dormida mientras hablaban. No recordaba de qué estaban hablando. Intentó concentrarse en lo que estaba diciendo.
-¿Amy? Creo que sería mejor que te despertaras. Hay que salir pronto de aquí.
-¿Qué?- Amelia estaba algo molesta, nunca ha sido de las personas que le gustan que las despierten, y esa voz le estaba molestando desde hacia rato.
Abrió los ojos por fin. La habitación estaba bañada de luz. Ryan, completamente vestido y con el pelo mojado estaba de pie al lado de la cama.
-Es por la mañana -dijo con voz ronca.
-Por fin, estas en la tierra de los vivos. Esto ya es un progreso. Ha abierto los ojos y sabe que es de día.
-Creía que me estabas hablando.
-Te estaba hablando. Llevo hablándote casi quince minutos. Intentando que te despiertes, nunca crei que fuera tan dificil despertarte.
-Quería decir... -hizo una pausa.
-Ya veo que no eres una persona muy madrugadora.
-Odio