41 tragedia amorosa.
Jeremith fue a la cocina y destapó una botella de vino, luego comenzó a beber directo de la botella, la sostuvo y su mano y se fue a la sala. Se sentó en el sofá y volvió a beber, en su rostro tenía una expresión cargada de consternación, con una voz llena de rabia se dijo así mismo:
—No volveré a amar a ninguna mujer, todas son iguales, engañosas, solo se burlan de los idiotas como yo.
Perla entró a la habitación y cerró la puerta, tenía el corazón hecho trizas, se recostó contra la puerta y se puso la mano sobre su pecho, las lágrimas comenzaron a bañar sus mejillas.
"¿Cómo pude pensar que las cosas podían salir bien? era imposible, Arturo jamás iba a permitir que Jeremith y yo fuéramos felices."
Pasó un minuto así, luego se limpió las lágrimas con el dorso de su mano y tomó una bocanada de aire.
"Debo marcharme ya, no puedo permanecer aquí por más tiempo"
Buscó ropa sencilla y se cambió, luego tomó su bolso.
"No me llevaré nada más, nada de lo que recibí de Jeremith me pertenece."