—Mami, quiero mi mami Jade…
Angus se quejó, Valentina observo al niño a su lado, aquel que, sentado en carriola, parecía estar terriblemente aburrido
Ella no entendía por qué los niños aprendían hablar tan rápido, ¿Qué su hijo no podía quedarse balbuceando para siempre?
Desde que había prendido, solo sabía decir mami Jade, no quiero y no, esas eran las frases favoritas, mientras ella cada día sentía que era más difícil establecer una conexión con este
—Lo lamento cariño, la tía Jade está trabajando y tú y yo nos vamos a divertir junto
Parecía ser que él compendia que eso de divertirse en un lugar como en el que se encontraba no era que particularmente le gustaba
Tanto así que inicio con llanto incesante, uno que hizo que esta lo sacara de su coche y lo arrullara, que buscara la manera de calmar su llanto
Mientras este parecía increíblemente reacio a ceder a los deseos de su madre, era un niño complicado, sin duda alguna
Tanto así que Valentina estaba a punto de volver, tal vez de ir c