UNA SOLA NOCHE. CAPÍTULO 18. Una sola pregunta
Era más que evidente que el profesor Duncan estaba aturdido y confuso, porque no esperaba que el Rector en persona se presentara en su clase.
—¿Se... señor Rector? ¿Qué hace aquí?
—Pues respondiendo a su invitación, obviamente —replicó el hombre—. Hacía mucho que no venía a una clase de estas pero siempre me ha llamad mucho la atención la construcción de escenarios. ¡Yo mismo aporté a algunos cuando estuve haciendo pasantías en Nueva York!
El salón estaba mudo, Duncan parecía golpeado por un rayo y el Rector tenía una sonrisa emocionada.
—B... bueno... es que yo no... yo precisamente no fui...
—Hola, buenos días, con permiso —se escuchó tras ellos y los dos echaron a un lado para dejar entrar a un Karim muy cargado.
—Buen día joven —saludó el Rector.
—Señor Rector, buen día... perdón... proyecto pasando...
—¿Lo ayudo? —se ofreció el hombre amablemente y Karim le puso en los brazos dos piezas de la maqueta.
—Se lo agradezco mucho, va en aquel rincón, por favor, junto a la señorita Moe