Ava Carter
— Que bueno que estés aquí — Dijo Catalina sonriendo apenas abria la puerta de su casa dándome la bienvenida
— Tenemos mucho que hablar — Le dije mientras me adentraba a la casa.
Catalina cerró la puerta y tomo mi brazo, me dejé guiar por ella hasta la sala.
— Sucede algo?— Preguntó una vez que ambas estábamos sentadas
Suspiré.
— Si— Susurré
— Sra Catalina — Una de las empleadas de Catalina apareció, era joven y parecía ser nueva— Disculpe la molestia, quería saber si desean algo que les pueda traer — Dijo la mujer.
Catalina me miró.
— Tu quieres algo Ava?— Preguntó
— Si, quizás alguna bebida fría por favor
— Tráenos dos jugos Mariana por favor — La joven asintió y se retiró
Tenía las mejillas sonrojadas lo cual me había hecho fruncir el ceño
Algo estaba raro aquí, miré a mi amiga y ella tenía una pequeña sonrisa en el rostro, definitivamente algo raro está sucediendo aquí.
— Que te traes Catalina?— Le pregunté
Lo mío era ser directa, Catalina dejo de mirar por dónde