Capítulo 55: Una cálida bienvenida.
Jake se alzaba en las puntas de sus pies para lograr alcanzar a pegar unos globos en la pared, como bienvenida a Aitor.
—Ash. —Se quejó—, debo ser más grande, del porte de mi papá —musitó frunciendo el ceño.
Aby sacaba del horno el postre y lo escuchó, sonrió al ver que su hijo fue por una silla para subir en ella.
—Ten cuidado, puedes caerte, y para ser grande como tu papá debes comer todas las verduras.
Jake frunció el ceño.
—No me agradan las verduras, y seguramente a mi amigo Aitor tampoco, cuando llegue le pregunto —advirtió.
Aby se acercó a él, lo dejó subir en la silla, bajo su supervisión y lo ayudó a colocar los demás globos, las serpentinas, y el cartel de bienvenida.
—Quedó bien bonito nuestro apartamento, mamá, ¿crees que le guste a mi amigo?
Aby suspiró profundo, sintió un cosquilleo en el estómago, el hecho de que Aitor aceptara mudarse sin chistar a pesar que el apartamento era sencillo, le agradó mucho.
—Yo creo que sí —respondió—, vamos a cambiarnos de ropa, no