Scott manejó hasta el bar, pero apenas cuando bajó del auto, sintió un mareo, era como si se sintiera extraño, adormecido, algo no estaba bien en él, y caminó zigzagueando, se detuvo sosteniéndose de una pared, quizá todo el mundo pensaba que solo estaba ebrio, pero no era así, tomó su móvil y decidió llamar a Frank para informarle que estaba afuera, pero que no se sentía mal, Scott se preocupó, pensó si de verdad estaba enfermo, su mente no pensaba con raciocinio, y eso lo atormentó, cuando Frank no respondió, estaba por llamar a Valentina
—Señor, ¿Se encuentra bien?
—Bueno… no, a decir verdad, me siento un poco mareado, ¿Cree poder llevarme a mi auto? —dijo y el hombre le tomó del brazo, llevándolo al auto que le indicó
—¿Es este su auto?
—Sí.
—Déjeme llevarlo a su casa.
—Bien —dijo Scott porque en verdad ya no se sentía nada bien, estaba tan mareado que le dio las llaves al hombre y subió al auto, junto con él, sin siquiera pensar si era alguien de confianza—. ¿Conoce la mansi