Valentina tomó asiento frente a Lucius, pero tuvo temor, quizás traer a alguien, que ahora más que nunca sabía era un verdadero desconocido, le inundaba de recelo
—¿Vas a hablar?
Él la miraba con ojos grandes, y ella se puso nerviosa
—Habla ahora, o debes marcharte —aseveró
Él llevaba una mochila, y la abrió, tensando los nervios de Valentina, pero cuando la abrió, sacó de ahí un sobre amarillento, lo abrió con rapidez
—Valentina, he dicho que no soy un desconocido para ti, y, además, cuando dije que jamás te lastimaría, ten por seguro que no he mentido.
Ella le miró con estupor
—¿Qué tratas de decirme?
—Fui amigo de tu padre, Valentina —dijo con seguridad, ella abrió ojos enormes y arrugó el gesto, si era así, ¿Por qué e