Capítulo312
Lamentablemente, Noa había dejado atrás esa etapa en la que se sentía confusa. Después de todo, su corazón se había sido hecho añicos y vuelto a reconstruir. Ya no era el mismo de antes. Una vez que comprendió eso, Noa observó impasible cómo él le masajeaba sus piernas.

Alex alzó la mirada y le preguntó:

—¿Te sientes mejor?

—Mucho mejor —respondió Noa con indiferencia, apartando la mirada.

Alex suspiró y le dijo con frustración:

—La próxima vez, evita agacharte debajo de la mesa.

Al oír eso, Noa lo miró con ironía.

—¿Dices que evite agacharme debajo de la mesa y espere a que tu artista me vea para que malinterprete la situación?

Alex respondió con una pregunta:

—¿Malinterpretar qué? ¿Ella puede venir, pero tú no?

Noa no quería seguir discutiendo, así que se impulsó con los brazos y saltó de la mesa. Aunque la expresión de Alex era sombría, le tendió una mano.

Una vez que sus pies tocaron el suelo, Noa apartó bruscamente la mano de Alex.

—Si no hay nada más, me voy.

Dicho esto, aga
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