En cuanto a Noa, después de responder el mensaje de Simón, guardó el celular al ver a Alex acercarse, apoyando a Camilo. Rápidamente se puso la gorra y las gafas oscuras para salir del auto.
—¡Abuelo! —Camilo se mostró muy feliz al verla y la saludó con la mano—. ¿Por qué no entraste al hotel?
Noa respondió con una sonrisa:
—Alex no me dejó ir con él, así que esperé en el auto.
Alex sintió la impotencia ante la mentira de Noa.
—Idiota, maltrataste a Noa otra vez.
Noa le susurró para calmarlo:
—Abuelo, no te preocupes y no lo culpes. Acabo de terminar el rodaje, creo que lo hizo porque le preocupó que algún paparazzi me moleste.
—Tienes razón, entonces ya lo perdono.
Noa se adelantó para ayudar a Camilo a subir al auto. Una vez que estuvieron sentados, Camilo pensó en algo y le dijo a Noa:
—En el futuro, cuando salgamos, será mejor que te quedes en el auto. Según sé, a los paparazzi les gusta esconderse en las esquinas del estacionamiento y tomar fotos sin permiso a los demás —hizo una