Alvaro y Joshua ya salieron a la sala y ella no quería quedarse aquí con ella.
—Bien, sal sin preocuparte —respondió Noa, y pronto tenía la carne preparada.
Cuando agregó aceite en la olla y quería poner las verduras también, notó que las hojas no estaban limpias. Tomó una y revisó para luego descubrir que aún tenían la arena escondida en las hojas.
Dio un suspiro en silencio y las lavó de nuevo. En la realidad no le parecía un problema no saber cocinar o lavar las verduras. Después de todo, nadie lo sabe si nunca lo ha hecho, y todos aprenden haciendo.
Afuera Joshua y Alvaro estaban charlando. Aunque Joshua perdió el partido antes, tuvo el descaro de sacar el celular para pedir a Alvaro diciendo:
—Alvaro, ¿te parece bien seguirnos en instagram?
Alvaro le echó una mirada con burla y respondió de mala gana:
—Si no recuerdo mal, perdiste el partido, ¿no?
—Sí —Joshua levantó una ceja.
—¿Sí?, vaya, si lo recuerdas, ¿aún tienes el descaro de hacerme la pregunta?
Cuando Ximena escuchó que