Todo había pasado demasiado rápido, el grito desgarrador de una madre, retumbaba en la mente de los presentes mientras corrían a auxiliarlo. Hunter, reacciono rápido y llamó una ambulancia mientras la señora Lennox lloraba deseando que su hijo estuviera bien.

— Harding, hijo. Por favor, debes estar bien. Eres joven, puedes con esto — dice su madre en medio de las lágrimas. 

— Lo siento — susurra Harding ahogándose con la sangre, mientras sus piernas destrozadas, comienzan a sangrar.

El dolor era insoportable para Harding, pero más insoportable era verlo aferrarse a la vida que se le estaba acabando, una vida que su madre deseaba extender. Incluso Hunter estaba desesperado. Llamaba a una ambulancia cada vez que colgaba, mientras el padre de Harding corría hasta el conductor solo para confirmar que el accidente además de ser por problemas de frenos, también f