Skylar:

Parpadeo un par de veces tratando de acostumbrarme a la luz que entra a mi habitación, había olvidado por completo cerrar las cortinas. Termino por despertar, Aleksander no estaba a mi lado.

Sonrio como idiota porque hicimos el amor por toda la noche, nos detuvimos solo un momento para comer, del resto, no nos negamos a parar.

Anoche le dije que lo quería más de una vez, ¿Lo quiero? Por supuesto que sí, creo que ya no tenía caso seguir negando lo que siento, Aleksander me gusta, ha estado conmigo, ¿como no podría quererlo? Si es un hombre plenamente maravilloso.

Me siento en la cama y recojo mi cabello, salgo de ella y veo a Aleksander en la cocina.

Esto es tan cliché.

—Buenos días —le digo, él alza la vista y sonríe.

—Buenos días mi amor, como el buen novio que soy, hice el desayuno.

—¿Ah sí? —camino hacia la cocina, lo abrazo por el torso y él besa mi cabeza— ¿Que hiciste?

—Huevos, había pan y café —dice con simplicidad—, también hay cereal si gustas.

—Comere lo que hiciste