—¿Por qué no me quitas esto? —interrogó.
—Porque haremos un juego… yo te voy a dar varios alimentos y cada vez que aciertes yo me quito una prenda y cuando no aciertes yo te la quito a ti —pronunció con voz ronca.
—Ay una desventaja —habló ella con tristeza—. Tú podrás disfrutar cuando me desnude