Intentando procesar lo que su suegro le había dicho, Carlotta se alejó de la puerta rápidamente para no ser vista, y salió corriendo a la sala, donde aún permanecía su suegra jugueteando con Sandra.
—¿Qué sucede hija? ¿Te pasa algo? —Carlotta la vio y negó con la cabeza—. Seguramente estás cansada,