—¿Qué pasó? ¿Por qué tienes las manos rotas y sangrando? —interrogó la mujer y él solo se encogió de hombros.
—No pasó nada, por favor, llama a Katy, solo deseo explicarle algo —pronunció en tono suplicante.
—Lo siento Mike, no puedo llamar a mi amiga porque no está aquí, si quieres puedes pasar y