Capítulo 8. ¡Me gustó!
Sandro se quedó con el cuchillo en la mano, al mismo tiempo que numerosas preguntas surgían en su cabeza.
«¿Realmente me hubiera gustado morir en ese accidente? Creía que sí, más ahora no estoy tan seguro», se dijo sin dejar de pensar en la ojisazules, se sonrió al recordarl