La mañana siguiente avanzo por el pasillo y toco la puerta del dormitorio de Helena y Cillian.
Cuando abrí los ojos al amanecer Ares no estaba en la cama, así que supongo que tenía cosas pendientes por hacer.
Aún más con Cillian convaleciente.
La puerta se abre y Helena aparece.
—Emma —dice con una sonrisa.
—Buenos días —saludo — ¿cómo amaneció Cillian?
Sonríe algo más relajada que anoche.
—Quiere hacer su día como si nada, pero no le vamos a dejar.
Cuando abre la puerta, no puedo evitar sonreír al ver que cuando dice vamos. Se refiere a ella y Caroline que aún lleva puesto su pijama y está acostada sobre Cillian que acaricia con mimo su espalda mientras la niña mantiene un chupón en su boca y se ve relajada.
—Creo que es la mejor medicina en este momento.
Helena asiente de acuerdo.
—Solo voy a checar su herida y puede continuar su mañana de relajación.
—No necesito descansar —espeta Cillian con voz serena para no alterar a su hija.
Me acerco y sin poner resistencia deja que vea la he