Madeline se puso de rodillas, mientras sus dedos temblorosos empezaban a acariciar la frente de Jackson.

Iban desde sus ojos hasta su nariz y su adorable boca pequeña...

"¿Qué pasa, mamá? ¿Por qué lloras?". Jackson parpadeó confuso, mientras extendía la mano para secar las lágrimas de Madeline.

Madeline estrechó cariñosamente las pequeñas y hermosas manos de Jackson, entre las suyas.

"Jack... el precioso niño de mamá. ¡Mamá por fin puede verte!".

Incapaz de contenerse, Madeline atrajo el pequeño cuerpo de Jackson hacia su pecho.

Abrazando a Jackson con fuerza, la tormenta de alegría y tristeza que había en su interior se entrelazó y salió en forma de lágrimas húmedas y escaldadas, que se deslizaron por su rostro.

Sabía que debería estar eufórica, pero sentía que su corazón iba a romperse.

Meredith era demasiado malvada. ¿Cómo se le ocurrió semejante manera de torturarla a ella y a su hijo?

Madeline sintió que se le apretaba el pecho al imaginar las cosas perversas que Meredith