Capítulo 10. Una semana de silencios peligrosos

Paula no dijo nada más. Pero tenía su instinto en total alerta. Desde que escuchó el apellido de Santiago algo en ella se activó, con los días comenzó a recordar algo, tarde, pero lo había recordado. Ese apellido había sonado en la vida de su abuelo, estaba segura.

Y eso... la inquietaba.

Había llegado el viernes, agradecía que su esposo no hubiera insistido más, pero eso solo fue una sensación fugas, porque al escuchar el sonido de su puerta supo que era él. Solo Rodrigo tocaba de esa manera particular.

Ella espero que la puerta se abriera, sabía que Martin seguía metido en los archivos buscando lo que le había pedido, asi que no había nadie que lo anuncie esta vez.

Rodrigo estuvo esperando la indicación para ingresar, pero como esta nunca llegó ingreso sin ser invitado. Él estaba impecable, como siempre. Traje gris, barba bien recortada y su sonrisa de comercial.

Paula bajó la mirada y siguió haciendo lo que hacía... nada.

-- No vine a