48. Sabré esperar por ti
Me siento de golpe en la cama, dejo caer mi celular sobre mis piernas y me llevo ambas manos a los ojos en donde comienzo a frotarlos, posiblemente solo se trate de una confusión de muy mal gusto por parte de mis ojos debido a un largo día, pero cuando bajo la mirada al aparato sobre las sábanas me doy cuenta de que no es así, el celular sigue sonando, algo confundida contesto y me lo llevo al oído.
— ¿Si? - mi voz sale cargada de confusión, pero al momento que una inconfundible risita se cuela del otro lado pongo los ojos en blanco.
— Hola, fiera... ¿Me extrañaste?- ese tono coqueto en su voz… Comienzo a sentir calor, un calor sofocante que me obliga a patear las cobijas, mi traicionero corazón se acelera con el simple hecho de escuchar su voz, ¿Qué me pasa? Arrugo la frente molesta por mi vergonzoso comportamiento.
— No, ni un poco, ¿Cómo terminó tu número con... ese nombre en mi celular?.- le respondo con mi habitual tono molesto especialmente reservado para él, escucho como res