— ¿Cómo dice? ¿Casarse con mi hija?
—Así como lo escucha.
—¿Acaso me perdí de algo? ¿Ustedes tienen una relación?, o ¿cómo?
Aileana sacudió su cabeza negativamente contestando la pregunta de su padre a pesar de no estar frente a él y aún conservar su posición lejos de la vista de los dos hombres.
—Nada de eso, simplemente me pareció una chica hermosa y joven.
Acair comenzó a reír mientras Diago lo miraba seriamente, pensando que al parecer padre e hija tenían en común burlarse de las palabras que él soltaba.
—¿Es en serio lo que está diciendo?
—Muy enserió.
—¿Por qué me lo dice a mí? ¿No se supone que debería ser a mi hija?
Acair cruzó sus manos esperando la respuesta de aquel hombre más alto que él.
—Lo hago con usted por qué su hija me rechazó y en verdad me interesa, no importa lo que deba pagar.
—¿Pagar? ¿De qué habla? No le estoy entendiendo.
—Yo soy buen negociante y podría negociar por ella, solo dígame ¿cuál es el precio? Siempre hay un precio.
Aileana cubrió con s