Mi mente no deja de repetir las crudas palabras de Dalton en mi cabeza, no hice que más que recordarlas así que recordaba su imagen en mi cabeza, la que me mostró de esa chica que no quedó nada de ella que pudieran reconocerla, “seguramente sus padres se volvieron locos de dolor por como quedó su hija”.

“Eres tan tonta e ingenua que te enamoraste de tu verdugo. El no es quien ves desde tu ventana cuando lo espías. Es un asesino sádico que toma chicas, las hace sus esclavas y les da una muerte tan tortuosa que aunque… suplican por su muerta, las desmiembra viva.

Mi corazón se detiene cuando escucho eso”.

“Amarlo… te llevara a tu muerte, humana”.

Me atormentan tanto que no hice mas que llorar asustada porque probablemente yo terminaría así como esa chica, “no, yo no quiero terminar así “.

—Hija ¿vas a desayunar o?... —limpio mis lágrimas rápidamente cuando veo a papá en la puerta —¿Estas bien?

—Si, si. —me levanto de mi lugar como un resorte —Enseguida bajo.

Papá sonríe de lado y se va