La última promesa del vampiro Capítulo 9.
El cuerpo de Luisa, incluso el rostro de la bruja se encuentra obstruido por una especie de manta, una manta que no le permite poder respirar con claridad.
“¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Qué es esto? ¿Qué está sucediendo?” Piensa ella desesperada, al mismo tiempo que nota algo importante, el zarpazo del oso garra larga jamás llego a su rostro.
En ese momento, cuando finalmente se siente liberada de la enorme presión que sentía desde un lugar desconocido, frente a ella se encuentra un hombre, alto, fuerte varonil y poderoso, con unos enormes ojos verdes cautivadores.
Éste mantenía una especie de capucha de una piel pesada que era la que había colocado entre el oso garra larga y Luisa.
Ambos, tanto el guerrero recién llegado y el oso garra larga comenzaron a luchar como si este no fuera su primer encuentro.
Los zarpazos, las evasiones y sobre todo un puñal que cargaba el moreno a toda costa en su mano, brillaba acorde a cualquier movimiento de lucha.
El guerrero, el oso garra larga y el puñal era