Capítulo 236.
Oleika se encuentra impactada sin poder procesar todo lo que sus ojos observaban.
Frente a ella, el poder inmenso que se creaba al reunir el maná de cada una de las brujas era una especie de esfera donde se dejaba encapsulado a cada uno de los desertores.
— Esto es increíble…— observa la luna de la manada al mismo tiempo que parpadea de forma desesperada para tratar de despertar en caso de que se tratara de una alucinación.
Todos los desertores se encontraban siendo colocados dentro de la esfera y en el instante en que el último quedó junto a los demás, todos ellos fueron incrustados de forma permanente en esa zanja que había estado repleta de estacas, la cual era la trampa de Oleika.
En este punto ni un solo gruñido, queja o aullido se escuchaba, los desertores habían sido prácticamente desensibilizados hasta llegar a la muerte siendo desangrados.
Oleika se quedó ahí caminando cada vez más cerca de ellos, hasta quedar sobre la zanja enorme que representaba, el peligro para los suyos.