— Recuerda el momento exacto en el que debes entrar— Susurra Oleika al mismo tiempo que abraza a “Malcolm” para envolverlo entre sus brazos.

Él le sonríe y termina con un beso tierno en sus labios.

— Nos vemos después del ritual. — Declara el directamente a sus ojos.

El momento del ritual tan esperado había llegado.

Todos a la espera del instante en que las barreras del mundo físico y espiritual se unan.

En el centro del territorio del aquelarre donde todo el poder de los brujos daba inicio, se encontraba un cuenco de agua solar.

Líquido vital que había estado en contacto durante cada uno de los soles de ese año y había absorbido su poder.

Al norte se encontraba un espejo enorme, de más de un metro de altura, justo en el frente se encontraba Oleika, decidida a llegar hasta las últimas consecuencias para hacer este ritual perfecto.

Del lado derecho de Oleika se estaba Trent y del lado izquierdo de la pelirroja estaba Luisa atenta a cada uno de los movimientos de los demás.

El sol iba