Agustin suavemente se acercó a Mónica para despertarla.
— ¿Querido? ¿Qué pasa?
— Cariño, es hora de levantarse. La hora apremia.
— ¿Qué dices? ¿No entiendo?
— Nos casaremos hoy, nos esperan en una hora en el templo.
— ¿Eh?, ¿Tan rápido y a esta hora?. Dijo Mónica con confusión.
— Lo sé Cariño, no es lo que hubiera querido, pero las cosas están por complicarse es mejor ser precavidos.
— ¿Qué quieres decir?
— Mi abuela llegó al Palacio, nunca fui de su agrado me aceptó solo por los logros que traje a la familia es todo. Ahora que ha llegado temo que pueda hacer las cosas difíciles así que llamó el Bisabuelo para apresurar este ritual para evitar conflictos.
— Entiendo. Si no hay de otra. No Traje vestido ni nada formal conmigo…
— Oh, no te preocupes. Yo me encargué de eso, mande a confeccionarte un vestido tradicional. Vamos debemos apresurarnos.
Ambos se vistieron lo mas rápido y lo mejor que pudieron, partiendo al Templo Ancestral en donde se encontraban el Gran obispo, el