Sofía abre los ojos lentamente, y al ver a Christopher frente a ella, le dice con ternura.
_Buenos días.
_Buenos mi bella esposa ¿Cómo te sientes?.
_Muy feliz, tenías razón cuando me decías que era una sirvienta con suerte.
_¡No mí amor! Ya no quiero que te digas así, y perdóname por haberte ofendido tanto, perdóname por haber sido tan estúpido.
_No te preocupes, no es ofensivo ser una sirvienta, además no lo dije para hacerte sentir mal, solo que me siento muy afortunada.
_No, yo soy el afortunado, yo soy el que me siento muy feliz.
_¡Oye mi amor! ¿Le vamos a decir a la familia?_ Pregunta curiosa Sofía.
_Bueno, con ellos no creo que haya ningún problema te quieren mucho, pero si te quiero pedir algo, necesito hablar con Vannesa, yo tengo que ser sincero con ella.
_Si claro lo entiendo, no va a hacer nada fácil para ella.
_No, yo se que tampoco lo va a hacer para ti, pero necesito que me tengas un poquito de paciencia, antes de decirle a la familia yo quiero hablar con ella, no quiero