Aquí estoy con un ultrasonido en la mano...
Hago una llamada.
Miriam, ¿podemos vernos?
-Sí, ¿dónde estás?
-En la plaza.
-Llego en 10 min.
-Ok, te veo en las bancas.
-Ok, voy en camino.
Finalizo la llamada...
Tantas cosas vienen a mi cabeza mientras veo el ultrasonido...
¡Estoy perdiendo la razón!
Ya llegué amigo, dime, soy todo oídos.
-¿Ell?
-De nuevo ella, ¿ahora qué le hiciste?
-Me dijo que está embarazada.
-¿Y qué más?
-Dice que soy el padre, mira, este es el ultrasonido.
-¿Le creíste?
-No, no sé qué creer.
-¿Te acostaste con ella, Will?
-Sí, en el almacén de la escuela. No lo sé, estoy confundido. Recuerdo que Héctor ese día fue y decía que se había acostado con ella.
-Will, ¿aún la amas?
-Sí, aún lo hago, pero ella ya no siente nada por mí. Y, aparte, ¿qué tiene que ver eso con el bebé?
-Pues últimamente has tenido antojos muy raros y otros síntomas de embarazo. Hasta llegué a pensar que tenías lombrices, jaja.
-Miriam...
-Will, sé que no le crees, pero si se acostó o no con Héct