Para cuando Xana entró al baño encontró a White arrodillado en el suelo acomodando lo que usaría para bañar a los dos cachorros sentados delante de él. Ella dejó la ropa a un lado, pero no se movió el lugar, más bien, era consciente de la desnudez de él y el alfa lo notó.
-¿Por qué es estás nerviosa? No es como si fuera la primera vez que me vez así- le dijo él de forma casual.
Xana apretó los labios, si, era verdad, pero ahora ellos eran compañeros y pues… suspiró, se estaba haciendo un lío en su cabeza. Qué importaba que él estuviese desnudo, no es como que llegarían a algo. Decía eso, pero la marca en su nuca latía.
White giró la cabeza y la miró. Se levantó y agarró una toalla y se cubrió la cadera con esta ocultando así sus zonas más privadas, aunque no tanto dado que la tela era fina y lo justa para llegar más arriba de la mitad de sus muslos. Como que ahora se veía más…
Xana se abofeteó y rascó la marca en su cuello.
-Lo haces adrede- preguntó ella un poco incómoda.
White alzó