Milán.
Cuando abrí mis ojos las cosas habían cambiado, ya no era un chico de 20 años, sino de 40.
Me siendo en la cama y miro a Violeta dormir a mi lado, suspiro, no logro dormir a pesar de estar enamorado de ella...
O quizás no lo estoy.
Me levanto de la cama y salgo de la habitación, camino por el pasillo hasta llegar al final de este.
Miro las dos puertas y uno cuantos recuerdos se cruzan por mi cabeza.
— ¿Por qué siento que ya he encontrado aquí? — toco la puerta de mi derecha e intento abrirla pero al parecer tiene seguro, vuelvo a suspirar y entro a la otra habitación, un pequeño estudio.
Cuando entre todo estaba diferente, como si ya hubiera estado ahí, como si ya hubiera seguido adelante después de las muertes de mis padres y de mi hermano.
Hace 6 años tuve un accidente que me dejó en com