Helen salió de aquel lugar realmente molesta,. Le parecía una falta de respeto en la posición en que se había puesto la señora Sarah.
—Esa mujer se atrevió a golpearme ¡Usted misma la vio!
—¿Cómo es que está tan consciente de que nosotros fuimos quienes sacamos a esa mujer inconsciente?
María la miraba disconforme, ya que no le hacía caso y ella estaba toda golpeada, su cabello estaba quebrado, su cuello amoratado y su blusa rota. Le parecía el colmo que nada de eso le importara la señora Helen.
—¡Me duele todo!
Ella la miró —¡De verdad te ves fatal!
—Cómo iba yo a saber que esa vieja m*****a tenía tanta fuerza.
—Esa mujer tiene información que nos puede hundir. Yo jugaré mi última carta y trataré de llevarme al niño para que Elliot regrese a mí.
María no respondió nada más, ella detuvo un taxi y se marchó. Le parecía verdaderamente cruel de parte de Helen,,, que después de ella haberla ayudado tanto no le importará su condición y siguiera detrás de lo que parecía imposible. Desde ese