Mientras Aura iba de regreso a la oficina de abogados solo podría preguntarse ‘¿Estarás dispuesto a decirme la verdad Maurizio?’… Quizás ella misma no debería ser capaz de juzgarlo porque sabía Dios cuantas cosas mantenía ocultas de él y de todo el mundo. Pero el corazón se vuelve ciego a veces, y muy necio, y siente celos hasta del aire que rozaba su piel; por momentos estaba desesperada por terminar su caso, que el quede libre de toda acusación y poder correr a sus brazos. Te juro que en este momento solo podía cerrar sus ojos e imaginar sus labios sobre los suyos, muy despacio, como si no hubiera tiempo, como si nada pudiera detenerlos, como…
El timbre del celular interrumpe sus pensamientos, es un numero desconocido.
- ¡Hola! ¡Buenas tardes! – responde Aura.
Silencio…
- ¡Hola! – repite Aura.
Silencio…
- ¡Hola! – repite Aura. – Bueno, habrá sido una llamada por error – y cierra el teléfono.
Ya estaba entrando al complejo de
Hola!!! Me alegra que estés por aquí.