Ya habíamos quedado de acuerdo en lo que haríamos al bajarnos. El tiempo se iba volando, o así se sentía. La angustia nos estaba consumiendo por dentro. Akira estaba pensativo y Kanji también.
—Por lo que veo me está declarando la guerra directamente a mí también— comentó Kanji.—Lo peor es que no sé quien pueda ser— dijo Akira.—Esto será un problema muy complicado de resolver, y más ahora que debiste haber matado a John, Akira.—Tenía que salir de dudas, no podía arriesgar más a mi familia.—Eres demasiado impulsivo y eso es un problema, Akira. Tienes que aprender a controlarte o acabarás estropeando todo— le dijo Kanji.—No necesito de tus consejos, Kanji; así terminarás tú también, si sigues colmando mi pac