Al ver a Mr. Jefferson sentí un gran alivio.
—Por favor, dígame que sabe algo de Akira.—Vamos a otro lugar, por favor—me sujeté de Mr. Jefferson y caminamos a una de las oficinas.—Srta. Lisa, ¿Cómo llegaste aquí?—Es el único lugar que creí poder encontrarlo.—¿Estás con alguien más?—Sí, con un empleado de Akira y una amiga.—Es muy importante que me respondas varias preguntas antes de hablar sobre Akira.—¿Por qué? Pero ¿Sabe algo sobre Akira? — pregunté asustada.—No dudo de ti ni mucho menos, pero necesito saber todo lo que sepas sobre Akira, para poder saber quién lo traicionó.—Me está preocupando.—¿No te obligaron a venir aquí? ¿No tienes ningún dispositivo encima o algo? Lo hago por tu seguridad y la de Akira.—Claro que no, ¿Qué pregunta es esa?—Confío en usted, señorita. Akira está vivo, aunque muy delicado.