***NARRA NATHAN***
Ciudad de México
–Sí, me encantaría hacerlo, pero como dije anteriormente, Nathan, el cliente tiene siempre la última palabra – Me regaló un de sus hermosas sonrisas.
–Ya que ganemos con mi propuesta – Le dijo Nicolás a Grace – Para el único que vas a posar en paños menores y sin ellos, es para mí.
Yo quería mentarle la madre y romperle la boca a Nicolás ahí mismo, mi padre con la mirada me frenó, pero está vez Don Manuel, no se quedó callado y lo puso en su lugar.
–Nicolás, te voy a pedir que dejes tus comentarios fuera de lugar y que respetes a mi hija y el lugar en el que estamos que es mi empresa y esta es una reunión de trabajo – Dijo Manuel enojado – Ya viene el cliente y su socio. Te pido que guardes compostura, para que escuchemos su decisión.
Sonreí para mis adentros. Qué bueno que Don Manuel, ésta vez no se había quedado callado y le había dicho sus verdades a Nicolás, se lo merecía por no respetar a Grace, era un patán miserable y por lo dicho por Carmen