Ellos abordan el avión y Amanda iba muy seria, ni siquiera saludó a las personas de su alrededor, solo subió con su actitud bastante pesada mientras que Jhon iba con una sonrisa muy marcada y pronunciada. Ella se acomoda en el asiento que sabe que le pertenece a John pero a él todo le causa risa.
— ¿Puedo amamantar a mis bebés en este lugar o espero a que lleguemos?
— Desde este avión hasta este hombre que está aquí sentado, todo le pertenece a esos bebés, así que no debes pedir permiso.
— ¡Bien muchas gracias señor Ferrari!
— ¿Por qué tanta actitud? se supone que vamos de paseo, debemos ir feliz.
Ella no dice nada y solo amamanta a los niños, después de terminar le enseña a John cómo colocarlos para sacarle los gases. Cosa que es nuevo para él y lo está disfrutando bastante. Después que llegaron al aeropuerto Paúl lo recogió y se sorprendió bastante al ver que Amanda lo acompañaba, pero más le sorprendido la actitud que mostraba.
— ¡Buen día señora Castro! es un placer verle después d