Me detuve y me volví para levantarle una ceja.
—¿En qué te has metido esta vez? —Pregunté de golpe.
Chet sonrió con timidez y se miró los pies.
—Es posible que haya pedido dinero prestado para pagar la deuda —admitió.
—¿Tomado prestado de quién? —Pregunté, apretando los dientes. Mis manos se apret