Alfredo recobró la compostura, Malú los observaba a ambos como si intentara descubrir algún misterio.
—No, ninguno, solo que pensé que el problema lo resolverías tú. —Alfredo, miró a María Luisa con seriedad.
—Considero a Juliana capacitada para el cargo. No te preocupes, sé que llegarán a un acuerdo. —Asintió la madre de la chica.
Juliana no decía nada, cuando pensó en alejarse de él, parecía que el destino se empeñaba en volvernos a unir, intentaba decir algo coherente pero no lograba coordinar las ideas. Hasta que pudo hablar:
—Resolveremos esto de la mejor manera —balbuceó.
Alfredo la observó con atención, estaba bellísima ese día, con un atuendo impecable que reflejaba su determinación y profesionalismo. Juliana lucía un traje sastre de color negro, con una chaqueta entallada que resaltaba su figura y pantalones rectos que caían con elegancia hasta el tobillo. La blusa blanca de seda que llevaba debajo aportaba un toque de sofisticación, mientras que un fino collar de perlas adorn