Capitulo 23

La casa de campo que hasta entonces le había parecido un exilio, de repente le resultaba más agradable. No sabía cuánto había echado de menos tocarla, acariciarla, estar a su lado.

–Yo iré enseguida. Voy a ducharme y a hacer un par de llamadas... pero no te preocupes –Marcelo sonrió, levantando las manos en señal de rendición–. Las haré desde aquí y luego seré todo tuyo.

Alejandra sonrió mientras volvía a ponerse la ropa. Seguía temblando y la

Ponía de los nervios que la afectase de ese modo, pero sabía que no podía culpar a nadie por sentirse de esa manera. Era mejor reconocer que había sabido desde el principio que acabaría acostándose con él, tal vez por eso había aceptado sin protestar que la llevase allí, además que Marcelo estaba rebueno y ella no era ninguna santa.

Pero sobre todo estaba desconcertada por lo que iba a pasar a partir de aquel momento. ¿Cómo iba a decirle que sólo eran amigos? ¿Cómo iba a olvidar lo que acababa de ocurrir en la habitación? Inquieta
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App