Capítulo 85; La traición se lava con sangre.
Angelo observó a Lara y sonrió satisfecho.
— La verdad te ves bastante diferente, me gusta mucho.
—Me miré al espejo y no me reconocí, ¿puedes creerlo?— acarició su cabello, que pasó de ser rubio, a un negro intenso, y de ser largo hasta media espalda, a rozarle a penas los hombros.
—Te cortaron muchísimo, no creía cuando me decías que ibas a cortar una buena parte, además el flequillo te da un aire dulce— acarició su mejilla con ternura.
—Parezco niña buena— comenzó a reír— además de mis lentillas negras, me veo al espejo y sí parezco otra, me esforzaré por mantener esta imagen, me gusta. Llevo unos tonos de pintura en el bolso, así yo misma podré darme retoques y conservar el color.
—Genial— la abrazó— descansemos un poco, mañana haremos un viaje muy largo en la embarcación que nos llevará a la isla.
—Estoy ansiosa— la miró con preocupación— quisiera que pudiéramos estar completamente seguros de que jamás seremos encontrados.
—Es difícil mi amor, pero no imposible. Lo lograremo