Capítulo 37; Enloquecidos.
Los ojos de Lara, se abrieron enormes, por unos segundos dejo de respirar, para luego sentir como su pecho subía y bajaba, buscando desesperadamente controlar la respiración.
-¿Estás loco?
-¿Por desearte?, si es así, si lo estoy- dijo en tono tierno- acarició sus cabellos y luego su mejilla- no puedo controlar este deseo que me quema el pecho, estoy ardiendo por ti.
-Esto no puede ser- dijo con voz temblorosa, entonces la mano de él se deslizó por el femenino cuello, arrancándole un gemido suave.
-Sé que te excita mi toque, también me deseas aunque intentes controlarlo.
-Esta conversación debe terminar aquí- se puso en pie con la intensión de alejarse, pero él la tomó de la muñeca y tiró hacia él, Lara giró bruscamente y fue a tener sobre las piernas de él, sentada en su regazo intentó levantarse pero Gael la abrazó de la cintura.
-¿Por qué huyes de mi?- le preguntó.
-Porque. . . quiero mantener la poca cordura que me queda- dijo sincera- porque me asusta todo este deseo que me despier