Ananké estaba muy segura de lo que debía realizar con Hades, ¿solo que los poderes de Hades? ¡Bajo ninguna circunstancia podrían estar asociados a la oscuridad y el deseo de destrucción! Por lo que con hecho pensado y con esa especial atención en ello, provocó inmediatamente que los poderes negativos de Hades se desprendieran de su cuerpo, mismos que fueron depositados en la vasija sagrada del tiempo y destino de los Dioses.
Al Instante Hades comenzó a sentir como su cuerpo divino comenzaba a separarse de su ser incorruptible, pero aun así se negaba a ser despojado de su fuerza, pero todo ello solo era consecuencia de su poder como Deidad.
Situación que Ananké intentó contener con su fuerza y no permitir que Hades rompiera el hechizo que se estaba realizando en su cuerpo, llegando a ese momento en el que Ananké exclamó inmediatamente. —¡No te sigas resistiendo Hades! No puedes conservar tu energía oscura en la tierra, porque si lo haces puedes causar muerte y destrucción al momento q