El rostro de Fernando se volvió pálido. El apellido San Román no era muy común. Sintió su corazón detenerse por un segundo, trago, saliva, mientras miraba a la chica delante de ella.
Recorrió el cuerpo de Dulce, nunca la observó tanto como ahora. "¿Podría ser posible?" Se preguntó Fernando a él mismo.
Confundida por la mirada penetrante de su padre, Isa dio un ligero paso hacia atrás. Pensó que su padre se había dado cuenta de que no era Dulce; sino su hija Isa.
Entre más Fernando miraba a la chica, más le encontraba un ligero parecido a su difunta esposa.
Aunque, Isa había heredado toda la belleza de su madre, Dulce tenía un parecido a su madre, a la señora del Monte, la madre de Fernando.
Fernando nunca notó eso, hasta ahora que veía a Dulce con atención. Jamás se intereso en los empleados que trabajan para él.
____ Señor del monte, ¿sucede algo? Me ve como si fuera culpable de algo malo.
Fernando movió ligeramente la cabeza. Extendió sus brazos y cargó a sus hijos entre sus