Y en esa noche lluviosa recordé mi pasado, todo el dolor que sufrí con mi familia.
Les contare un poco:
Todo comenzó cuando mis padres murieron.
—Sera mejor que te llevé a casa —Escuché a decir a Diego mientras me abrazaba.
Asentí en su pecho.
—Vamos.
Cuando estuvimos fuera de las instalaciones del aeropuerto, vi a Paulina recostada sobre su camioneta, cuando se dio cuenta de nuestra presencia camino con prisa mirando a todos lados en busca de su hijo. Sin saber que decir, negué con la cabeza y bajé la mirada al suelo. Sebastián se había ido para siempre.
—Debimos evitar que se fuera —Dijo a su esposo con voz quebrada.
—No era nuestra decisión, cariño. Sebastián tenía que hacer algo para salir de esa depresión. No sé si alguna vez te lo conto Emily, pero a Sebastián todo lo que paso entre ustedes más su separación cuando eran niños le hizo ser más vulnerable, ahora al perder a Linda y a ti simultáneamente no lo pudo soportar.
—Sé que todo es mi culpa, nunca debí abandonarlo cuando más